domingo, 24 de febrero de 2008

Qué ironía.

Un ida y vuelta: un no querer volver a lo pasado, ni ir a lo que pasará;
El deseo de eternizar una mirada y dejar todo en un mismo lugar;
Sin que el deseo y el orgullo puedan más y desarmen estructuras dadas.
O sí, pero ¿con qué consecuencias? Eso nadie lo sabe; ni siquiera el mejor apostador.

Un querer y no poder: un deseo incontrolable y un poder dejar todo igual... ¿poder dejar todo igual? Muchas cosas, mucha gente, muchas sensaciones: pero lo esencial queda y define todo…absolutamente.

Sé valiente, sé fuerte, todo pasará, pero lo esencial va a quedar: el perfume va a permanecer: el aroma, claro. Y la memoria nos mantiene vivos, y nos alimenta y nos fortalece.