jueves, 25 de junio de 2009

Delfos

¿Existirá la real intimidad, el real espacio íntimo, propio, único? ¿O estamos destinados a vivir bajo la tutela de algún otro?
En el anhelo de la búsqueda de lo propio, nos expropiamos del mundo que nos contiene, pero con un solo objetivo: recuperarnos a nosotros mismos...parece que la cueva que Empédocles propone es necesaria de vez en cuando...no sé si como instancia iniciática...solo como posibilidad de darle concreción al Oráculo de Delfos: sabidura de mi propio ser, ven a mí!
CONTINUARÁ...